Diferencias entre depósitos y fondos de inversión
Depósitos bancarios y fondos de inversión son dos productos financieros en los que podemos invertir nuestro dinero pero que tienen características diferentes.
Un depósito a plazo es un producto bancario destinado al ahorro en el que el cliente deja su dinero en una entidad bancaria durante un plazo determinado a cambio de recibir a la finalización de este plazo la cantidad depositada más los intereses acordados.
Un fondo de inversión es una institución de inversión colectiva conformada por el patrimonio de muchos inversores que una entidad gestora invierte en diferentes productos financieros. Los rendimientos que se consigan por estas inversiones serán repartidos entre los inversores (denominados partícipes) en proporción a su participación en el fondo.
De estas dos definiciones podemos extraer las principales diferencias entre depósitos y fondos de inversión:
Rentabilidad y riesgo
En un depósito bancario el cliente conoce siempre la rentabilidad que le va a generar el capital que ha depositado en el banco, ya que los intereses son pactados entre cliente y entidad. En caso de insolvencia, el Fondo de Garantía de Depósitos cubre el dinero depositado en entidades bancarias españolas hasta un máximo de 100.000 euros por cliente y entidad.
Por su parte, un fondo de inversión no ofrece una rentabilidad fija, sino que el rendimiento obtenido dependerá de cómo se comporten los activos financieros en que se invierta el patrimonio del fondo. La recuperación de la inversión no está garantizada.
Liquidez
En cuanto a la liquidez, los depósitos a plazo tienen una fecha de vencimiento, de manera que el dinero depositado no se puede retirar antes de cumplida esta fecha sin abonar una penalización o una comisión por cancelación anticipada.
En general, los fondos de inversión están dotados de liquidez total, ya que las operaciones de venta de participaciones (reembolso) pueden realizarse en cualquier momento, puesto que su valor liquidativo (el precio de cada participación) se calcula diariamente.
Como excepción, algunos fondos con características especiales (como los hedge funds) pueden fijar períodos mínimos de permanencia antes de permitir un reembolso; otros fondos pueden cobrar una comisión de reembolso si la venta de las participaciones se realiza fuera de determinados períodos, y también hay fondos que solo permiten el reembolso en las ventanas de liquidez establecidas.
Fiscalidad
Por lo que respecta a la fiscalidad, los intereses generados por un depósito a plazo fijo tributan en la declaración de la renta en el momento en que se perciben. Son rendimientos del capital mobiliario que se integran en la base imponible del ahorro.
Por su parte, el dinero invertido en un fondo de inversión no tributa hasta que no se retira del fondo. El traspaso entre fondos está exento de pagar impuestos aunque se hayan obtenido ganancias. Solo cuando se reembolsan las participaciones es cuando hay que pagar por el rendimiento obtenido (positivo o negativo), que tiene la consideración de ganancia o pérdida patrimonial y que se integra en la base imponible del ahorro en la declaración de la renta.
Tipos de fondos de inversión
Conocer y diferenciar los distintos tipos de fondos de inversión nos ayudará a sopesar las ventajas y riesgos de cada uno y a decidir en cuál de ellos invertir nuestro dinero en función de nuestros objetivos y nuestro perfil.
Los distintos tipos de fondos de inversión se pueden clasificar en función de varios criterios, uno de ellos es su vocación inversora, es decir, el tipo de activo en que se invierte el patrimonio del fondo y el riesgo que asume el partícipe:
Fondos monetarios
Son fondos que invierten en el mercado monetario, en el que se negocia dinero en efectivo y otros activos (como operaciones de crédito y préstamos, pagarés de empresa o deuda pública), que están considerados como de bajo riesgo y alta liquidez. La duración media de su cartera es igual o inferior a seis meses.
Fondos de renta fija
El patrimonio se invierte principalmente en activos de renta fija (como bonos, obligaciones, pagarés o letras del tesoro). La duración varía en función del plazo de la inversión. El desempeño de los fondos de renta fija está ligado a la evolución de los tipos de interés. Además, cuanto menor es el plazo de vencimiento de los activos, menor será el riesgo pero también la rentabilidad potencial.
Fondos de renta variable
Este tipo de fondos invierten la mayor parte de su patrimonio (al menos un 75%) en acciones. En el mercado existe una amplia variedad de fondos según el área geográfica, el sector y la capitalización de las compañías en que se invierte.
Los fondos de renta variable se dividen en subcategorías en función del mercado en el que inviertan (España, Zona Euro, Estados Unidos, etc.), los sectores (energía, telecomunicaciones, tecnológico, etc.) o de otras características que definan a los valores en que se invierte como, por ejemplo, la capitalización bursátil o el tamaño de la empresa. Los fondos de renta variable ofrecen rentabilidades potenciales mayores que los de renta fija, asociadas a un mayor riesgo.
Fondos mixtos
Son fondos con exposición tanto a activos de renta fija como de renta variable. Según el fondo, el porcentaje de inversión en cada uno de estos activos varía: en los fondos de renta fija mixta la inversión en activos de renta variable será inferior al 30%; en los fondos de renta variable mixta, la inversión en renta variable estará entre el 30% y el 75% del total.
Es importante conocer esta proporción ya que determinará el riesgo asociado al fondo y su potencial rentabilidad. Así, cuando el fondo mixto tiene un mayor porcentaje de inversión en renta fija, el potencial de rentabilidad es menor, pero también lo es el riesgo. De igual manera, cuanto mayor es el porcentaje de inversión en renta variable, mayor es el potencial de rendimiento pero también el riesgo que asume el partícipe.
Fondos globales
Son fondos que pueden invertir en un universo amplio de activos sin porcentajes predeterminados. Este tipo de fondos no tiene una política de inversión definida que lo encuadre en las categorías anteriores. Tienen libertad para no establecer porcentajes tope de inversión en renta fija o variable o para determinar la distribución geográfica de las inversiones. Esto hace que los fondos globales tengan asociado un alto nivel de riesgo.
Fondos de retorno absoluto
Son fondos que fijan como objetivo de gestión, no garantizado, conseguir una determinada rentabilidad en un determinado periodo, atendiendo a un riesgo también preestablecido.
Fondos total o parcialmente garantizados: son fondos que aseguran, a su vencimiento, la recuperación del 100% o un porcentaje inferior del capital invertido, respectivamente. Dentro de este tipo de fondos existen fondos garantizados de rendimiento fijo y fondos garantizados de rendimiento variable.
Fondos objetivo o de gestión pasiva
Persiguen un objetivo concreto de rentabilidad, no garantizado, o replicar un índice bursátil.
Sea cual sea el tipo de fondo de inversión, hay que tener en cuenta que ninguna inversión en productos financieros está exenta de riesgo de pérdida total o parcial del patrimonio, en función del riesgo asociado al fondo.
Otros fondos
Además de los anteriores, existen otros tipos de fondos de inversión que tienen una operativa distinta a la habitual, por su forma jurídica, su liquidez, el tipo de activos en que invierten o la estrategia que siguen, y a los que no se les aplican algunos aspectos de la normativa que rige los fondos, por lo que llevan asociado un nivel de riesgo mayor. Son, entre otros, los ETFs (fondos cotizados), los Hedge Funds (fondos de inversión libre), los fondos de fondos o los fondos de inversión inmobiliarios.
¿Que son los planes de pensiones?
Los planes de pensiones son productos de previsión – inversión que te permiten planificar un ahorro para la jubilación cómodamente y que están pensados para que puedas disponer de un capital o una renta en el momento de tu jubilación*. No obstante, también existen otras contingencias que permiten el cobro del plan de pensiones , como son la incapacidad permanente total o absoluta, dependencia, enfermedad grave, desempleo de larga duración o fallecimiento. Pero, además, los planes de pensiones son, hoy por hoy, el producto que te permite obtener la máxima reducción fiscal en tu declaración del IRPF.
Desde que te incorporas al mercado laboral, ya es un buen momento para empezar a invertir en la jubilación. Cuanto más pronto empieces, menor será el esfuerzo que deberás realizar y será más fácil conseguir el capital que necesitas.
Por otro lado, si ya tienes la jubilación cerca y no has hecho ningún tipo de ahorro, todavía estás a tiempo de encontrar fórmulas que te permitan complementar la pensión.
Ventajas de los Planes de Pensiones:
- Máxima flexibilidad: decides la periodicidad de tus aportaciones (mensual, trimestral, etc.).Incluso puedes decidir dejar de aportar en cualquier momento.
- Es el producto de ahorro-inversión con mayor ventaja fiscal. Podrás obtener hasta un 45%1 de reducción fiscal de las nuevas aportaciones que realices a tu plan.
- Si lo necesitas podrás rescatar tu dinero en un plazo de 10 años2